Humanidad, ante todo

Tomando del libro de Strejilevich el fundamento de que las necesidades del geronte son similares a las del niño, es que debemos crear el microclima que el abuelo necesita para compensar las dificultades que él pueda tener y evitarle las inseguridades que lo exponen a remarcar más su déficit.

“La sociedad humana ha aprendido que el niño tiene una dependencia psicobiológica durante muchos años y poco a poco se le ha ido construyendo un mundo a su medida. Falta ahora engendrar en el ánimo público, pautas y disposiciones que permitan y estimulen la creación de un micromundo específico para los ancianos sanos o dementizados, no segregándolos y entendiendo que la senescencia y la senectud, con o sin demencia, son parte de la vida humana”